La sustancia del deseo
Igual que ayer
tu voz encarna el otro temblor
la oscura humedad que desciende
y se abre paso
palabra por palabra
adivinando la luz
allí
donde la poesía
es apenas un murmullo
Porque
fuiste y eres la sustancia del deseo
Porque
también a tu paso se habrá de abrir el mar
y habrán de danzar en tus ojos mil y un peces de colores